La atención a domicilio, es un recurso que permite proveer asistencia sanitaria para la resolución en el domicilio del paciente, problemas de salud, que, por su situación de vulnerabilidad, desafiliación al SGSS, recursos económicos insuficientes o discapacidad no logran ser atendidos en una institución de salud. Entendiendo que el nivel de complejidad de los problemas de salud a resolver, no requieren siempre la hospitalización del paciente, la deber realizar el equipo de atención primaria, el cuál debe efectuar siempre la caracterización integral del individuo y su entorno que la definen.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la atención domiciliaria es aquella modalidad de asistencia programada que lleva al domicilio del paciente, los cuidados y atenciones biopsicosociales y espirituales.
La atención a domicilio se constituye en una opción por parte del usuario dependiente de recibir atención continuada, integral y multidisciplinaria, agrupada en un conjunto de servicios que se prestan desde los equipos de salud, mediante funciones y tareas sanitarias y sociales.
La atención a domicilio que realizamos, tiene como particularidad principal que la valoración se realiza fuera del entorno sanitario, permitiendo evaluar la adherencia a la ruta integral de atención materna perinatal RIAMP dictada en la resolución 3280 del 2018, su integralidad y su articulación con los diferentes actores (EAPB, ET, IPS), siendo el territorial en este caso el municipio de Gachancipá el eje principal de esta ruta y verificador la calidad en la misma, más aún en población no afiliada
La atención a domicilio se constituye en un servicio planificado, concertado con el usuario y previamente calificado el riesgo por la Gestora de calidad de vida GECAVI.
Durante la gestación es imperioso la valoración del riesgo obstétrico, dado que el alto riesgo constituye un problema de Salud Pública de considerable magnitud, de acuerdo a los altos índices de morbilidad perinatal, según publicaciones nacionales, las tasas de morbilidad perinatal son muy elevadas (45%), observándose un incremento en la incidencia de embarazos de alto riesgo entre 20% a 30%. Cabe señalar la importancia que, aunque las pacientes embarazadas que acuden al control prenatal aun las que gozan de buenas condiciones de salud, si se encuentra en su historia uno o más factores de riesgo de naturaleza epidemiológica y características sociales, tales como: analfabetismo, la pobreza crítica y domicilio en áreas periurbanas, que deberán estar bajo un control con permanente vigilancia médica.